Academia de Arte y Cultura

Por unanimidad se aprobó en la segunda sesión del Consejo Superior  apoyar la candidatura de la poeta residente en Ancud, Archipiélago de Chiloé, Rosabetty Muñoz al Premio Nacional de Literatura, que este año corresponde a la línea poesía. El respaldo institucional a quien ha obtenido los premios Altazor, Pablo Neruda y Manuel Montt, entre otros, fue comunicado el viernes 29 de mayo por el Rector Óscar Garrido y obedece a un reconocimiento desde la universidad estatal a las y los creadores de la región.

Coincidiendo con la conmemoración del Día del Patrimonio Cultural Inmaterial, el Consejo Superior de la Universidad de Los Lagos aprobó en la sesión del 29 de mayo postular institucionalmente a la escritora y poeta ancuditana, Rosabetty Muñoz, al Premio Nacional de Literatura, galardón cuyo certamen organiza el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y que este año corresponde a la mención poesía.

Así lo comunicó el Rector de la Universidad de Los Lagos, Óscar Garrido Álvarez, quien afirmó que esta postulación es un gesto de la universidad pública, estatal y regional por valorar a quienes contribuyen a la creación desde la Región de Los Lagos.

“Para nosotros es un honor patrocinar la candidatura de Rosabetty Muñoz al Premio Nacional de Literatura. Su obra, reconocida y traducida en distintas partes del mundo, es un aporte muy relevante y ha servido para que vuelque su talento creador en la formación de niños y jóvenes a través de los talleres que dicta en Chiloé.  En la historia de Chile han sido muy pocas las candidatas premiadas con esta distinción y ella reúne todas las condiciones de excelencia para contar con los apoyos de la universidad pública y de la Región de Los Lagos, por lo que nos interesa patrocinarla, porque lo regional importa y porque la ruralidad en nuestro país también existe”, explicó el Rector Garrido.

Rosabetty Muñoz es un referente cultural cuando se habla de literatura en Chiloé y una voz cultural imprescindible que se escucha desde el sur de Chile. “En medio de este año de la peste, tan intenso y amargo, me emociona el gesto de la Universidad de Los Lagos al postularme para el Premio Nacional de Literatura. Chile tiene poetas extraordinarios, sus palabras nos arropan y señalan como lugar marcado por las letras, por eso, es mayor este honor que me compromete a trabajar con más empeño en construir desde la palabra y la educación; en aportar al desarrollo de este nuestro sur”, señala la escritora.

La historia del Premio Nacional de Literatura, como muchas distinciones institucionales, ha visibilizado sólo una parte de lo que se produce literariamente. Todos los premiados han nacido en Santiago o, siendo de provincia, se han ido a vivir allá. En la historia del Premio Nacional se ha otorgado 54 veces, de las cuales sólo 5 han correspondido a mujeres.

Una sensibilidad poética que sintoniza con las voces de la isla

Rosabetty Muñoz, poeta y profesora de castellano, ha desarrollado un trabajo literario reconocido en la región, el país y el extranjero, además de dedicarse a la educación pública a lo largo de 36 años. Ha escrito, entre otros títulos, En lugar de morir, Hijos, Sombras en el Rosselot, Ratada, Ligia, Técnicas para cegar a los peces y Misión Circular, su última publicación.

Sus poemas han sido publicados en numerosas antologías de Chile y del exterior, llegando a ser reconocida con los premios Pablo Neruda, Premio Consejo Nacional del Libro de Chile, Altazor, Premio Regional de Arte y Cultura, y Manuel Montt de la Universidad de Chile.

Miembro correspondiente por Ancud de la Academia Chilena de la Lengua, Rosabetty Muñoz trabaja con niños y jóvenes en escuelas de Chiloé en los “Talleres Mistral”, una instancia que permite conectar las memorias y biografías a través de la escritura y la poesía. Ha recibido también varias becas nacionales. Junto a ello, ha sido traducida al inglés, francés, alemán, polaco y chino, y recientemente editada en México y Ecuador;  ha participado en Ferias del Libro y festivales de poesía en América y  viajado por Europa haciendo lecturas poéticas.

“Voces que levantan lumbres y dejan sus señales”

“Se lo voy a decir en lento”, señala la poeta Sonia Caicheo al otro lado del teléfono. La lluvia que azota las ventanas en Chiloé impide que se le escuche bien. Es segunda vez que habla para esta nota, ya que en la primera comunicación ella no estaba preparada, por eso decidió volver a llamar y esta vez dictar lo que quería decir.

“Rosabetty es un referente importante de este sur por la responsabilidad con que realiza su trabajo poético. Ningún tema doloroso escapa su mirada, con los que hermana y pluraliza de algún modo las singularidades de estas islas y del mundo. Ha publicado, desde muy joven libros que siguen vigentes, ha dado recitales y conferencias, no solo en nuestro país, sino que en distintos lugares del mundo y ha realizado interesantes trabajos de taller con jóvenes y adultos. Es justo y a tiempo que la Universidad de Los Lagos la patrocine, y es justo y a tiempo que el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio le conceda este premio, también, como una forma de decir que desde provincia y desde el sur, igualmente, hay voces que levantan lumbres y dejan sus señales”, explica Sonia Caicheo, poeta vinculada al movimiento cultural Aumen de Chiloé.

La escritora puertomontina ligada al grupo Polígono, Antonieta Rodríguez Paris, habla con emoción. Al igual que Rosabetty Muñoz, ella también es miembro de la Academia Chilena de la Lengua y hasta se trasladó a Chiloé cuando Adriana Valdés le otorgó el título de miembro correspondiente por Ancud. Se le escucha dichosa con la noticia al otro lado del teléfono y deja en claro que, al igual que su par, ella no tiene el título de profesora de lenguaje, sino que de castellano, dice marcando cada letra, por eso ella le habla “de una profesora de castellano que le habla a otra profesora de castellano”, explica.

Antonieta guarda consigo un tesoro: el libro “Antología 10 años de Talleres Literarios Escolares, Región de Los Lagos”. En ese texto, publicado en 1991 por la entonces Secretaría Ministerial de Educación, donde Antonieta era funcionaria, Rosabetty Muñoz escribió en 1983 su primer poema publicado “Yo quiero ser la madre de un poeta” y cuando era estudiante del Liceo de Ancud. “Para llegar al encuentro regional había que ganar el encuentro comunal y luego el encuentro provincial, era difícil escribir poesía en dictadura”, señala Antonieta.

“Hace mucho tiempo que estamos peleado para que las mujeres del sur ganen este premio, por lo que es extraordinario que la Universidad de Los Lagos haya decidido postular a Rosabetty al Premio Nacional de Literatura. Es una buena candidata y es una mujer que nos representa, por lo que estoy de acuerdo con esta postulación porque aprecio su poesía y  he comentado sus libros. Conozco a Rosabetty desde que era estudiante de Carlos Alberto Trujillo, esto hace muchísimos años y he visto cómo ella ha ido avanzando en su oficio poético”, señala.

La literatura del sur habla desde las tripas

Marta Catalán se acuerda de Rosabetty Muñoz con cariño. “Es una mujer de risa fácil con libros maravillosos”, dice.

“Me parece fantástico que Rosabetty vaya al Premio Nacional, ya que para mí, ella es una mujer precisa y si gana nos daría una tremenda alegría, porque ella es del sur y sería la primera vez que lo gane una mujer del sur”, explica la poeta osornina, quien hace tiempo se ha dedicado a la promoción de la literatura regional.

“Hace poco, y antes de la cuarentena, Sergio Mansilla estuvo como dos horas conversando conmigo en mi casa y fue él quien me dijo que el próximo Premio Nacional iba a ser del sur y me hace sentido porque la literatura del sur, es, para mí, mucho más fuerte, más potente, más sincera, no sólo habla desde el corazón, sino que desde el estómago, desde las tripas”, señala Marta Catalán.

Sobre la postulación de Rosabetty Muñoz al Premio Nacional de Literatura, la escritora radicada en la Provincia de Palena, Bernardita Hurtado, señala que “constituye un reconocimiento a  la innegable calidad de su obra, como también  a  una vida entera de notable  oficio poético. Su obra merece el Premio Nacional de Literatura, ya que, mediante su poesía, siempre arraigada a la tierra de origen, ha difundido desde la mirada estética, el espacio geográfico y cultural de Chiloé, el mundo cotidiano y en especial el discurso de las mujeres del sur. Además de su gran trayectoria como poeta, Rosabetty Muñoz ha desarrollado una importante labor de formación como educadora en el ámbito de los talleres literarios, logrando  acercar y encantar a los jóvenes con la palabra poética”, concluye la escritora.